O 11 de Março e a auto-censura a imagens chocantes Alguns textos da imprensa espanhola dos últimos dias ajudam a debater as questões suscitadas por Helena Matos, no Público de ontem, a propósito da sugestão de Rodrigues Zapatero aos media, para que não divulgassem imagens chocantes no aniversário dos atentadios de 11 de Março. Em primeiro lugar, a recomendação de que o presidente do Governo espanhol se fez eco, foi feita, na verdade, pela responsável da associação das vítimas dos atentados, Pilar Manjón. O responsável governamental terá "cavalgado" esse pedido. O tema é tratado na coluna de vários dos provedores do leitor de jornais do país vizinho, em tons relativamente diversos. Em resposta a uma questão da Amiga del Lector de La Voz de Galicia, o subdirector deste jornal observa que "vistos los justos reproches de Pilar Manjón y la sensibilidad de muchos ciudadanos ante el problema, la solución puede parecer sencilla: basta con no publicar fotos ni testimonios terribles. Pero para los medios de comunicación serios, que se precian de dar un servicio a la sociedad, esa respuesta no es aceptable como pauta general, porque introduce un virus catastrófico en la relación leal con los lectores: la autocensura. (...) Como periodistas sabemos que lo realmente terrible del 11-M no son las fotos, sino el aborrecible atentado que se perpetró en Madrid. Y eso no podemos suavizarlo. (...) Pero es cierto que se puede ser fiel a la verdad sin renunciar a la sensibilidad, especialmente para no añadir dolor a las víctimas". No caso de La Vanguardia, eis as repostas do "defensor del lector", Josep Maria Casasús: "-Hasta qué punto la prensa y la televisión tienen que hacer caso a una persona que les pide que no se pongan imágenes de una desgracia? -me preguntó la lectora. Contesto: los periodistas tienen que atender estas peticiones por razones éticas y también por imperativo legal. Honor, intimidad y propia imagen están amparados en España por la ley 1/1982, de 5 de mayo. Pero aunque no existiera esta ley, los periodistas están obligados por ética, deontología y sensibilidad. En virtud de ellas no deben difundirse fotos escabrosas o íntimas. -Por qué razón deben censurarse estas visiones de la realidad? -replicó la lectora-. Debe hacerse por un principio ético básico del que derivan muchas reglas deontológicas del periodismo: el principio de evitar sufrimientos y dolor en las personas. Prohibiciones que derivan de este principio: difamar; atentar contra la intimidad; difundir fotos escabrosas de muertos, heridos o enfermos, y las de menores afectados por accidentes o delitos (aunque nos autoricen o lo pidan sus padres); identificar o acusar a quienes sólo son sospechosos o imputados; discriminar por raza, sexo, creencias, enfermedad, o extracción social y cultural. La regla periodística de evitar el dolor moral está al mismo nivel que las de no mentir y no plagiar. Todas se inspiran en los valores de la verdad, la paz, la solidaridad, el respeto a las personas y el derecho a la vida".
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